18 de Junio de 2021
Cochabamba Bolivia
Ante los grandes retos que presenta esta pandemia a nivel mundial, muchos trabajos profesionales tuvieron que adaptarse, promoviendo la iniciativa de la bioseguridad. En el caso específico de la Arquitectura, se ha observado una notable evolución en sus diversas facetas como diseñadores de ambientes. La controversia ha surgido al enfrentarse a la ejecución de sus obras de trabajo, especialmente con el aumento constante de los precios de los materiales, lo cual impacta directamente en las empresas constructoras.
Además, se han implementado medidas como el teletrabajo para evitar la exposición al COVID-19, una enfermedad que ha golpeado con fuerza a nivel global. Esta modalidad de trabajo remoto no solo garantiza una mayor seguridad para los profesionales, sino que también fomenta la flexibilidad al permitir el desarrollo de proyectos en diversos lugares geográficos, evitando así costos innecesarios asociados al mantenimiento de un lugar físico de trabajo.
En el sector de la Arquitectura, se ha identificado una creciente demanda de proyectos destinados a crear espacios públicos seguros que cumplan con rigurosas condiciones higiénico-sanitarias para prevenir la propagación continua del COVID-19. Esto ha llevado a la concepción de instalaciones diseñadas específicamente para aislar a pacientes convalecientes de esta enfermedad, lo que supone un desafío significativo para los profesionales del ámbito arquitectónico en la planificación y ejecución de Hospitales y Centros de Salud.
Es evidente que el interés por la Arquitectura enfocada en el sector de la salud está en aumento, sin embargo, se debe tener en cuenta que la crisis económica mundial ha generado una intensificación en la realización de grandes obras tanto en el ámbito privado como público. Este escenario desafiante requiere que los profesionales de la Arquitectura se mantengan actualizados y preparados para afrontar los desafíos que se presentan en un contexto global en constante cambio.
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