10 de Junio de 2021
Cochabamba Bolivia
El llamado de alerta ante la situación del país crece cada día más, con los hospitales colapsados al igual que los cementerios por pacientes enfermos por covid-19. Esta crisis sanitaria ha llevado a un punto crítico donde la desesperación y la incertidumbre se apoderan de la población. La incertidumbre sobre el fin de esta situación es abrumadora, ya que no solo afecta a la salud de las personas, sino también a la economía del país, generando un impacto devastador a nivel social y financiero.
En medio de esta crisis, no hay espacio para culpar a quienes se hayan contagiado, ya que la propagación del virus es indiscriminada y nadie está exento de contraerlo. Las familias, especialmente aquellas con niños y adultos mayores, viven con el temor constante de la vulnerabilidad de sus seres queridos, ya que la edad avanzada limita las defensas inmunológicas para hacer frente al virus.
Recientemente, Bolivia ha confirmado un récord de contagios en la tercera ola de la pandemia, con cifras alarmantes que colocan al país en una situación crítica. Con un promedio de 3,839 contagios diarios y 70 fallecimientos a causa del virus, la magnitud de la crisis es evidente. A pesar de los esfuerzos en la vacunación, con 477,434 personas inmunizadas con ambas dosis y 1,505,972 con la primera dosis, la lucha contra la enfermedad sigue siendo una tarea ardua y desafiante.
En este contexto, es fundamental un llamado a la comprensión y colaboración con las autoridades gubernamentales, instando a que se priorice la salud pública por encima de cualquier otra consideración. La solidaridad y el trabajo conjunto son clave para superar esta crisis y demostrar que, unidos, podemos vencer al virus y restablecer la estabilidad en el país. Es momento de actuar con responsabilidad y empatía, mirando hacia un futuro en el que la salud y el bienestar de todos sean la prioridad absoluta.
Comentarios